Brasilia amanece con seguridad reforzada por juicio que decide suerte de Lula
Brasilia- La capital brasileña amaneció hoy con la seguridad
reforzada, restricciones de tránsito y unos 4.000 policías en su zona central,
en previsión de incidentes por un juicio en que se decidirá la suerte del
expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La audiencia será en la Corte
Suprema y en ella será determinará si se acepta un habeas corpus intentado por
la defensa de Lula, con el cual intenta impedir que sea encarcelado, tras haber
sido condenado en segunda instancia a doce años de prisión por corrupción.
Si el recurso fuera aceptado, Lula
podría permanecer en libertad mientras se tramiten las dos últimas apelaciones
posibles, pero si fuera negado podría ir a la cárcel en cuestión de días.
Diversos grupos que respaldan la
tesis de que Lula es objeto de una "persecución política" han
anunciado que se manifestarán frente al Supremo hoy, pero también harán lo
mismo aquellos que consideran a Lula culpable de corrupción y quieren verle
tras las rejas.
Para evitar posibles enfrentamientos,
las autoridades decidieron que ambos bandos serán separados por vallas
metálicas y tendrán un sitio particular para seguir las incidencias de la
audiencia, en el área externa de la sede del Supremo.
También fue cerrado al tránsito la
Explanada de los Ministerios, una céntrica avenida en la que se encuentran
todos los edificios del poder público y en uno de cuyos extremos se encuentran
el Palacio presidencial, el Congreso Nacional y la sede de la Corte Suprema.
La noche de este martes miles de
personas se manifestaron tanto a favor como en contra del posible
encarcelamiento de Lula, sin que hubiera incidentes.
Las movilizaciones se registraron
en decenas de ciudades del país, en las que fueron claramente mayoritarias
aquellas en la que se exigió que el expresidente vaya a la cárcel.
Según los abogados de Lula, aún
ratificada una condena en segunda instancia, como es su caso, todavía restan
apelaciones en tribunales superiores y, por tanto, la pena todavía no puede ser
ejecutada.
Sin embargo, a esa tesis se opone
una cautelar dictada por el propio Supremo en 2016, que autoriza el
encarcelamiento después de que un fallo haya sido confirmado en segunda
instancia.
En esta causa penal, una de las
siete que Lula enfrenta en los tribunales, fue hallado culpable de haberse
beneficiado de las corruptelas en Petrobras mediante la cesión de un
apartamento en un balneario paulista.
La sentencia en la primera
instancia fue de nueve años de cárcel, pero luego fue aumentada a doce en una
corte superior. EFE
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